Cerca de mi casa a unas cuantas cuadras, alrededor de las 8
de la mañana siempre veo a la misma persona, un anciano de bastante edad que
busca entre la basura, tal vez plástico y cartón que vender o algún tesoro
desechado por la gente.
El anciano siempre se ve con una serenidad inmensa y a pesar
de que se encuentra sobre una de las avenidas más importantes y congestionadas de
esta ciudad, al parecer a él, el ruido no le hace efecto alguno de
intranquilizarlo, es más muchas veces llegue a pensar que era sordo; para mi
sorpresa un día que pase junto a él, lo saludé amablemente a lo cual respondió
de la misma forma y moviendo un sombrero de paja que tenía aquel día.
Normalmente en la acera de enfrente yo tomo el camión que me
llevará a mis actividades diarias y me da la posibilidad de observarlo mientras
llega mi trasporte.
Siempre llega con un carrito como se supermercado en la
parte inferior lleva comida, agua y bolsas de diferentes colores llenas de
tiliches, en la parte superior es donde pone el cartón el platico y demás cosas
que posiblemente después venderá.
Algo interesante es que llega solo al contenedor de basura,
pero cuando el anciano se introduce dentro llegan dos perros Alaska blancos y
de sientan aún lado de su carrito. Uno de los perros tiene un ojo de color
verde y el otro blanco, mientras que el otro perro tiene un ojo verde y el otro negro.
Cuando el señor termina su labor en ese contenedor, de una
de las bolsas inferiores a su carrito, saca mariposas blancas y las empieza
aventar hacia los carros que van en movimiento, los conductores ni siquiera
notan la presencia del señor y menos de las mariposas, pero he observado que
cuando una mariposa toca un carro en movimiento, la persona baja su velocidad y
se le ilumina la cara, casi, casi podría jurar que hasta sonríen.
Las mariposas al tocar el parabrisas se convierten en polvo
y cuando el anciano ya no tienen
mariposas se va con su carrito a otra parte, los perros uno se adelanta
mucho a su amo y el otro al sentido contrario y se pierde entre las calles.
Muchas veces he pensado si la esperanza es blanca y vuela
entre las calles así mismo si la búsqueda de la tranquilidad se encuentra entre
los recuerdos de viejas cosas.
Que pequeños somos....
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