Dentro del entorno del cual formamos parte de una misma
célula, hemos llegado a absorber las mejores cosas de la gente que nos rodea,
un modismo una afición, un gusto, un sabor, etc.
Hemos sido reconocidos por nuestros propios compañeros de
vida como maestros y alumnos, pero nunca acabaremos por entender el vertiginoso
campo de la existencia humana.
Hemos desarrollado grandes tecnologías y hemos construido
grandes pueblos, pero las preguntas
esenciales de cada uno de nosotros, que la tenemos en nuestro ADN no han sido
respondidas, ¿Quiénes somos?, ¿Qué somos?, ¿Cuál es mi misión en este mundo?
Cabe destacar que la vida misma es una figura geométrica
circular, ya que cumple un ciclo, y en ese ciclo es donde intervenimos en un
sin fin de tareas, pero al subir esa cresta de la vida es donde se nos
complican más la cosa, perdemos lo esencial y tratamos de dirigirnos en otras
directrices de otros círculos el cual no va más allá de lo que podemos
alcanzar.
Al fin y al cabo somos seres humanos del cual no podemos ser
perfectos pero si con la historia ante nuestros ojos podremos ser lo más
parecido a alcanzar la felicidad.