Me encanta ser el observador del mundo sin que nadie me observe eso me da una idea de que sienten los demás, ahora comprendo a Dios cuando no quiere meterse en asuntos ajenos, creo que al igual que a mí, le encanta ver las decisiones que la gente toma en cada respuesta, gesto o acto.
Me gusta caminar entre parajes llenos de multitudes, que a la vez me hace sentirme tan solo ya que nadie esta al pendiente de los otros si no de los suyos, tanto así como un caballo que su amo, solamente le permite mirar al frente del camino.
Es divertido como la gente rie, llora, solloza, sueña, quiere cambiar al mundo, se enoja y sobre todo ama.
Me gusta ver como los jóvenes quieren cambiar al mundo y los adultos quieren cambiarse a si mismos y los niños quieren cambiar de juego.
Todo es un cambio a fin de cuentas, cambio de estación, cambio de lugar, cambio de piel pero sobre todo cambio de actitud, eso es lo entretenido de la gente que podemos ser fieles a nuestras ideas y al siguiente instante por un golpe de suerte cambiamos de manera radical a lo mejor convencidos por otras circunstancias.
Mundo......
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